REE ve posible el cierre de más de diez centrales de gas
“sin riesgo”. Un informe de 2011 indicaba la posibilidad de cerrar 6.000 MW.
Las centrales de gas funcionan al 7% de su capacidad. En julio del año pasado,
Iberdrola solicitó al Ministerio de Industria la autorización para cerrar una
de sus centrales de ciclo combinado, el grupo tercero de Arcos de la Frontera
(Cádiz) con una potencia de 800 MW (la total del grupo es de 1.600 ). Recordar
que otras centrales de Iberdrola como la de Castejón por ejemplo, sólo funcionó
28 horas en 2012. El 22,3% de la electricidad de Iberdrola procede de centrales de ciclo combinad, de gas natural licuado de gran impacto ambiental tanto en sus emisiones como en su extracción.


La eléctrica alegó para ello la sobrecapacidad del sistema y
el hundimiento de la producción de este tipo de centrales, que en su caso había
caído un 65% solo en 2012. En febrero pasado, el ministerio denegó el cierre de
la planta basándose en un informe técnico de REE, en el que el operador
desaconsejaba su clausura por razones de seguridad de suministro en la zona. Sin
embargo, se trataba solo de una propuesta de resolución a la que le faltaba el
dictamen de la CNMC. Además, había que dar a Iberdrola la posibilidad de
alegar, algo que ya ha hecho. Para el cierre de una central es obligatorio la
autorización del regulador (Industria), previo informe técnico del operador del
sistema y de un dictamen preceptivo, pero no vinculante, de la CNMC. Este organismo
ha aprobado dicho dictamen y en él desvela la existencia de dos informes de REE
“de signo contradictorio” respecto al cierre del ciclo de Arcos de la Frontera.
Las centrales de ciclo combinado que apenas funcionan al 7%
de su capacidad por la caída de la demanda y por la sobre-dimensión del sistema
energético. Ahora se ve posible el cierre de plantas de gas sin que ello
suponga ningún problema de suministro. REE consideró en un informe de 2011 que
de los 25.000 MW de ciclos combinados en funcionamiento, se podían cerrar 2.000
MW “sin ningún riesgo” y otros 4.000 MW “con riesgo mínimo”. Teniendo en cuenta
una media por planta de 800 MW, se podrían clausurar sin problemas más de ocho.
Si además se tiene en cuenta que desde 2011 la demanda ha seguido
derrumbándose, el número hoy día sería muchísimo mayor.
En REE aseguran que la decisión sobre los cierres “va por
zonas”. Y que en el caso del ciclo de Iberdrola se desaconsejó después de que
la Junta de Andalucía decidiera el cierre, por razones medioambientales, de
otra central en la provincia de Cádiz, uno de los grupos de Nueva Generadora
del Sur, en Algeciras.
Sin embargo, la sobrecapacidad de generación con gas en el
sur de Andalucía es evidente. Entre Huelva, Cádiz y Málaga suman una decena de
ciclos combinados con una capacidad de casi 5.000 MW, entre los que están
incluidos los de Arcos.
En 2012 Iberdrola puso en marcha un plan de reducción de su
parque de centrales térmicas para adaptarse al “hueco térmico”, que ha supuesto
el cierre de centrales de fuel y carbón. En sus alegaciones, subraya que la
producción de sus ciclos combinados en ese año apenas representó el el 5% del
total de su generación.
Pero el ministerio no parece dispuesto a consentir un primer
cierre porque detrás vendrían otros más y menos aún a compensar a las empresas
por el cierre de las plantas, tal como habrían solicitado según fuentes del
sector.
La enérgeticas no solicitan cierres de centrales esperando la
implementación del real decreto sobre pagos por capacidad e hibernación de los
ciclos combinados, una de las normas de la reforma eléctrica de julio del año
pasado que están pendientes de aplicación y que supondrá más dinero público
para esas compañías. REE debe publicar su decisión sobre qué ciclos pueden ser
hibernados y cómo. La hibernación se haría mediante subasta.