
Una de las principales dueñas de Belo Monte y responsable directa por estas demandas es la gigante privada española IBERDROLA, que ocupa el primer lugar entre las empresas privadas españolas del sector eléctrico, quinto lugar entre las empresas del sector mundial, habiendo duplicado su tamaño en apenas 5 años con las inversiones en América Latina. Hoy está presente en 40 países, tiene más de 30 millones de clientes y más de 30 mil trabajadores y como territorios estratégicos España, Reino Unido, Estados Unidos y Brasil. Para el Movimiento de Afectados/as por Represas – MAB, Iberdrola es un ejemplo emblemático de la movilización de las transnacionales que acaba intensificando la explotación de los trabajadores y de la naturaleza de este momento de crisis capitalista.
Para el MAB, lo ocurrido en Belo Monte no puede ser tratado como un hecho aislado. Ocurre porque la construcción de presas en Brasil e s una sucesión de episodios de violación de derechos humanos cometidos por las constructoras y propietarias, sea contra las poblaciones afectas, sea contra los trabajadores de las obras. Sólo en los últimos tres años, se dieron casos semejantes en las centrales de Jirau y Santo Antonio, en el río Madera, también en la Amazonia, y en otras presas en Brasil, como Foz do Chapecó, en Santa Catarina.
El MAB es solidario con la lucha de los trabajadores de la presa de Belo Monte y apoya sus justas reivindicaciones. El MAB denuncia el proceso prepotente de implementación de la presa en Brasil particularmente Belo Monte, que está siendo impuesta por la fuerza de las empresas trasnacionales legitimadas por el gobierno, violando la Constitución Brasileña y los derechos fundamentales. El MAB, juntamente con sus aliados, continuará luchando por el derecho a decir NO a los mega proyectos cuyo objetivo es la acumulación de capital por trasnacionales en detrimento de los derechos sociales, culturales y ambientales de los pueblos.
Movimento dos Atingidos por Barragens - MAB, Altamira, 14 de noviembre de 2012.