Iberdrola celebró su junta de accionista anual el pasado 29 de
marzo. En ella presentó beneficios récord: 3.014 millones de euros (7,5%
más que el año anterior). Mucho de ellos provienen de Brasil, país
clave en su negocio, donde tras hacerse con casi la mitad de Neoenegia y
fusionarla con su otra comercializadora, Elektro, este verano espera
salir a bolsa, multiplicando de nuevo su valor y beneficios. Además del
gran potencial de clientes, Iberdrola goza en Brasil de los beneficios
de la rentable hidroeléctrica.
Ahora, con Bolsonaro en el poder, Iberdrola espera que las medidas
contra la protección ambiental e indígena que éste quiere eliminar
permitan por fin retomar la construcción del proyecto hidroeléctrico en
el río Tapajós, y además, que acometa la privatización de la pública
Electrobras, poder optar a ésta. Así, Iberdrola (Neoenegía en Brasil)
habiéndose convertido en una potencia, lo será todavía más. Gracias a
Bolsonaro.
(de
Rebelión)