El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, recibió una retribución total de 12,201 millones de euros en 2020, incluyendo la remuneración en acciones correspondiente al bono estratégico 2017-2019, lo que supone un 16,9% más que el importe percibido el ejercicio anterior, según consta en el Informe anual sobre remuneraciones del consejo de administración que la compañía ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De esta retribución total, 6,242 millones de euros corresponden a su salario, en línea con el del año pasado. De esta cantidad, 3,25 millones de euros son en concepto de retribución variable anual, 2,25 millones su salario fijo y 567.000 euros su retribución como presidente del consejo de administración.
Además, en abril de 2020 se realizó la primera entrega de acciones correspondiente al bono estratégico 2017-2019, aprobado por la Junta General de accionistas de 2017 y ligado a objetivos económicos y de reducción de emisiones. Dichos objetivos han sido plenamente cumplidos.
En virtud de este bonus, y previo informe de la Comisión de Retribuciones, el presidente de Iberdrola ha recibido por este concepto 633.333 acciones de la compañía a un precio de 8,92 euros por acción, por un valor de 5,652 millones de euros. Así, la retribución total asciende a 12,201 millones de euros.
La Comisión de Retribuciones ha realizado un análisis interno comparativo ('benchmark') sobre las retribuciones de competidores y empresas comparables. El informe concluye que "la retribución del presidente y consejero delegado es inferior a la mediana de las comparables".
Por su parte, la retribución total del consejo de administración de la energética ascendió a 19,831 millones de euros en 2020, lo que supone un 9% más que el año pasado.
Para el ejercicio 2021, el consejo de administración ha acordado, por unanimidad y a propuesta de la Comisión de Retribuciones, mantener las retribuciones fijas de los consejeros por pertenencia al órgano rector y las cantidades en concepto de prima por asistencia a las reuniones.
Asimismo, el máximo órgano de gestión de la energética ha acordado mantener para este año la retribución fija y límite de retribución variable por el desempeño de sus funciones ejecutivas del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y del director general de los Negocios, Francisco Martínez Córcoles. Estas cantidades llevan congeladas ya varios años.
Iberdrola registró en 2020 un beneficio neto de 3.610,7 millones de euros, un 4,2% más. El crecimiento hubiera sido del 10% si se excluye el impacto del Covid-19, que fue de 238 millones de euros durante el ejercicio.
Además, el grupo llevó a cabo un récord histórico de inversiones por 9.246 millones de euros, un 13% superiores a las del ejercicio anterior. El 91% de este volumen se destinó al desarrollo de nuevos proyectos renovables y redes eléctricas para acelerar la recuperación, en línea con la estrategia del grupo.
La evolución de la cotización de la compañía también fue muy positiva a lo largo de 2020. La rentabilidad para el accionista, incluyendo el dividendo, se incrementó un 32,7%. Los títulos del grupo se revalorizaron un 27,5%, superando al Eurostoxx Utilities en 18 puntos porcentuales y al Ibex 35, en más de 40.