Esta
semana coincidía en Bilbo la Junta de Accionistas de Iberdrola y una
conferencia sobre Transición Energética Democrática con distintos
expertos y activistas en varios aspectos relacionados con la
democracia energética.
No podía
ser más significativo pues Iberdrola representa como nadie los
valores contrarios a una concepción democrática de la energía y
por tanto de su transición. Porque Iberdrola se torna cada vez más
monopólica pero hace además que el modelo energético se vuelva
cada vez más monopólico (oligopolio). Iberdrola es potenciadora de
una élite, que entiende la energía como elemento desde el que
producir beneficio, entiende a los consumidores y usuarios como mero
clientes.
Iberdrola
potencia la producción a partir de formas sucias y de más impacto
en el calentamiento global como el gas con más centrales en México,
esta semana anunciaban una nueva en Sinaloa; o la nuclear con su
intención de continuar con Garoña (todavía no lo a desechado y
recordemos que si lo hace es sólo porque no es rentable!), Almaraz y
demás; o de alto impacto ambiental como la hidroeléctrica con su
participación en las megarepresas de Belo Monte, Tapajós, Telés
Pirés, Baixo Iguaçu, así como las de Sil en Galiza, la última en
ser inaugurada este año ha sido la de San Pedro II.
De
la misma forma Iberdrola se ha hecho con muchas compañías (Elektro,
Coelba, Celpe y Cosern en Brasil) a precio de ganga, como resultado
de los ajustes estructurales en esos países. Estos ajustes no son
para nada democráticos, pues son las fórmulas empleadas por los
países y empresas ricas, por las instituciones financieras
internacionales, para resarcir deudas, que a su vez ellas tienen en
mayor grado. Los beneficios que allá consigue son a su vez
transferidos a su matriz, y de ahí a su núcleo ejecutivo, con lo
cual, lejos de ser democrática se consolida como más exclusiva, con
claros tintes colonialistas.
Tanto
en esos países (como ocurrió en su expulsión de Guatemala o
Bolivia por no garantizar el acceso a sectores menos pudientes, pero
también en Estados Unidos, Reino Unido, o en el estado español) su
primer objetivo es el beneficio sin importarle que muchas personas no
tengan acceso a energía básica. No garantizar el acceso a toda la
población debe ser entendido como anti-democrático. En el estado en
los últimos cinco años (cinco años de crisis) ha realizado dos
millones de cortes de luz. En 2016 Iberdrola cortó la luz a 141.703
usuarios. Varios usuarios denunciaron que tras abonar su deuda no se
les restablecía el servicio. El tribunal Supremo condenó a
Iberdrola por ocultar información sobre los cortes. Entre los casos
más sangrantes y recientes el de una
familia a la que Iberdrola llevó a los tribunales por pinchar la luz
y que se enfrentan a una pena de cárcel 2 meses si no pagan la
indemnización.
Pero
además de tratarnos como meros clientes, de insistir en que
cambiemos nuestro contador con ellos, Iberdrola también utiliza
argucias poco aceptables como los contratos sin consentimiento de
clientes por los que recientemente fue multada por Competencia. En el
estado español además encabeza las listas de reclamaciones de sus
clientes, acaparando la mitad de todas las presentadas.
De
la misma forma, Iberdrola pertenece al oligopolio eléctrico español,
que impone criterios pero también precios, tarifas que suben sin
cesar y de una forma opaca. La subida de la factura ha sido
constante, coincidiendo además con años de crisis. Sin duda ello
repercute en sus beneficios ascendentes y en los sueldo de su
director y ejecutivos.
En
muchos casos ha operado con la condescendencia estatal, pero en
muchas ocasiones estableciendo Iberdrola los criterios, pero sobre
todo de espaldas a la ciudadanía. Esta situación es inconcebible en
una democracia que se precie.
Además
Iberdrola en los últimos años ha utilizado en algunas ocasiones
(renovación de permiso de Garoña) una postura beligerante y
amenazante con el gobierno español cuando creía que éste no
complacía sus intereses. El estar e imponer políticas por encima de
gobiernos electos democráticamente es también un atropello de este
valor. Iberdrola además pertenece a distintos grupos de presión
como UNESA o el Foro Nuclear. Iberdrola fue la española que más
dinero destinó a pagos de lobbies en Estados Unidos, aun total de
680.000 dólares en 2016. Igualmente ha sido una de las empresas
españolas (además de Telefónica, BBVA y Santander) que más
reuniones han tenido con altos cargos de la Comisión Europea con el
fin de imponer políticas acordes a sus intereses, lo que es una
grave intromisión en las instituciones democráticas.
Además
Iberdrola actúa en simbiosis con el poder político mediante las
puertas giratorias, que corroboran que esos políticos beneficiaron a
empresas como Iberdrola por lo que luego recalaron en ellas, para
nuevamente utilizar su influencia en favor de la empresa. Iberdrola
es la número uno puertas giratorias en el estado español1.
Iberdrola
y el oligopolio han impuesto (lo que es anti-democrático) un modelo
energético primando la generación desde ciclos combinados, con la
inclusión de las nucleares previas a la moratoria, e hidroeléctrica.
El Real Decreto Fotovoltaico 413/2014 es sin duda una vuelta de
tuerca de este comportamiento hegemónico impositivo por el que se
quita de en medio a pequeños productores fotovoltaicos pero lo que
es más grave, se elimina del sistema energético la mayoría de la
producción renovable, y sobre todo la solar.
Con
Iberdrola también tenemos en Euskal Herria una experiencia dilatada
de proyectos que no son consultados a las poblaciones afectadas, o
cuya oposición es ignorada. Los ejemplos actuales con la posible
re-apertura de Garoña, o de Alamaraz (añadiéndose en este caso la
oposición portuguesa) son significativas. También en el resto del
estado, con otros proyectos como hidroeléctricos como el mencionado
del Sil, el de Jánovas en el Pirineo, etc. y también se replica en
los consorcios en los que participa en grandes proyectos como Belo
Monte, Baixo Iguaçu, Tapajós, etc, o los parque eólicos de
Tehuentepec donde además de oposición nunca se han realizado
consultas. Este hecho es mucho más grave cuando se trata (como en
los casos citados) de ser las poblaciones afectadas indígenas, en
las que la consulta es obligatoria y recogida en las respectivas
constituciones. Son violaciones de derechos democráticos que no se
nos pasan inadvertidos.
Además
Iberdrola es una de las diez empresas que más gases de
efecto invernadero (GEI) emitieron en el estado español en 2015, un
28% del total . Estas diez compañías expulsaron 95,2 millones de
toneladas de GEI de 339,3 millones de toneladas totales,
correspondientes a su producción eléctrica a partir de carbón, gas
y nuclear. El calentamiento global es un fenómeno profundamente
antidemocrático pues mientras en un lugar se producen emisiones y se
enriquecen con ellas, otras, en el Sur, en lugares con condiciones
muy adversas como desiertos o sabanas, sufren las consecuencias del
cambio climático, o de los fenómenos meteorológicos extremos que
destruyen economías completas de forma muy repetitiva.
De
la misma forma, son responsables también por las enfermedades
producidas por esos gases y emisiones. Unas
7.000
personas mueren en el estado al año a causa de las enfermedades
provocadas por la contaminación del aire.
Iberdrola no
contribuye económicamente a paliar o compensar por ninguna de estas
contribuciones, mientras nunca se duda en divertir beneficios a
accionistas y directivos.
Además
de lo apuntado tenemos que Iberdrola es una de las compañías que
más abusa de una publicidad retorciera y manipuladora, que también
debemos entender como antidemocrática.
Por
lo que hemos podido comprobar durante estos años, Iberdrola a
potenciado la utilización de subcontratas (como Konecta, Outservico,
CTC, Elecnor, Eiffage, Eulen, Incoesa, Prodegsa, Tecuni y otras) para obviar
responsabilidades laborales, explotar a trabajadores, lo cual en
muchos casos (como estos) ha desembocado en grandes conflictos no
asumidos por la empresa. Como apuntaba un medio "financia la
liga femenina pero las teleoperadoras trabajan en deplorables
condiciones" (estrelladigital). Ahora por ejemplo Iberdrola ha
congelado el salario de toda la plantilla de su subsidaria de
ingeniería y construcción Iberinco (Iberdrola Ingeniería y
Construcción) por presuntas pérdidas de esta sección - los
beneficios se reparten entre la cúspide pero las pérdidas entre los
de abajo.
Con
todo ello, en una situación de crisis que afectó también a las
energéticas, Iberdrola ha seguido sumando beneficios: en 2016 tuvo
beneficios por 2.705 millones de euros, un 11,7% más que el previo
año! esperando alcanzar los 3.500 millones de beneficios en 2020.
Con tal situación de cortes de suministro, de altas tarifas, de
imposición de modelo, de boicot a las renovables, de transferencia
de capital de otros países, nada puede ser más antidemocrático que
los 2.407 euros la hora que cobra su presidente Ignacio Sánchez
Galán o los
115
millones de euros
que se van a embolsar los 350 ejecutivos que componen la
dirección ejecutiva de Iberdrola.
A
unos se les excluye de un derecho básico como la electricidad
(pobreza energética) mientras otros se hacen de oro con ella.
1Ángel
Acebes (ex-ministro de Interior, ex-secretario general del PP,
imputado en los “papeles de Bárcenas” - 216.000 euros anuales),
Ignacio López del Hierro, marido de la actual ministra de Defensa,
María Dolores de Cospedal (PP) (75.000 euros anuales), Manuel Marín
(ex-presidente del Congreso de los Diputados), Juan María Atutxa
(ex-consejero de Interior del País Vasco, PNV) (más de 46.000
euros anuales), Braulio Medel (viceconsejero de Economía de la
Junta de Andalucía) (300.000 euros) y Georgina Kessel
(ex-Secretaría de Estado de Energía de México).