Esta
semana coincidía en Bilbo la Junta de Accionistas de Iberdrola y una
conferencia sobre Transición Energética Democrática con distintos
expertos y activistas en varios aspectos relacionados con la
democracia energética.

No podía
ser más significativo pues Iberdrola representa como nadie los
valores contrarios a una concepción democrática de la energía y
por tanto de su transición. Porque Iberdrola se torna cada vez más
monopólica pero hace además que el modelo energético se vuelva
cada vez más monopólico (oligopolio). Iberdrola es potenciadora de
una élite, que entiende la energía como elemento desde el que
producir beneficio, entiende a los consumidores y usuarios como mero
clientes.